Artículo de opinión

Por:Jesús mercado

 La corrupción en colombia ha sido un problema arragado en la sociedad durante décadas, afectando negativamente la estabilidad política, económica y social del país.

La corrupción se manifiesta de diversas formas, en Colombia, desde sobornos y malversación de fondos hasta nepotismo y clientelismo político.

Y uno de los que más afectan a la sociedad los "Elefantes blancos"

En los últimos años hemos sido testigos de una problemática recurrente en muchos países los ya mencionados.

Estos son proyectos que inicialmente se presentan como grandes promesas de desarrollo y progreso, terminan convirtiéndose en monumentos a la ineficiencia y berroche de recursos públicos. Colombia no es la excepción.

Uno de los principales problemas de los elefantes blancos es su costó elevado, los presupuestos asignados al inicio se ven desbordados, estos fondos podrían haberse utilizado de maneras más eficientes en áreas prioritarias como la educación, salud o infraestructura básica.

Un caso en nuestra sociedad (lugar donde vivimos) puede ser la clínica San Rafael, ubicada en la vía villa deportiva (o coolechera) que por motivos de planeación no puede funcionar en su totalidad. Puesto que tiene una sede de coolechera a varios metros de donde se encuentra ubicada ¿Puede ser esto un elefante blanco? Si y no puesto que la obra fue terminada en su totalidad (aparentemente) pero no esta funcionando al 100% de su capacidad por un error de planeación, seguirá funcionando a medias hasta que se decida que hacer con colecheras.

Es hora de reflexionar y tomar medidas para evitar la construcción de elefantes blancos en Colombia.

Es obligatorio que los proyectos públicos se planifiquen con responsabilidad y basados en las necesidades reales de la sociedad, la població.

Además se requiere una transparencia total en el manejo de recursos y una rendición de cuentas total para evitar la corrupción y el desperdicio de fondos.